Canalizado por Sorem
24 de Febrero de 2005
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La meditación y la oración es una necesidad para preparar el cuerpo físico con una vibración elevada, donde pueda habitar el Yo superior, después, esta vibración, intentamos mantenerla el mayor tiempo posible durante el día, y conforme vamos evolucionando, la vibración conseguida en la meditación diaria, la vamos manteniendo más tiempo, hasta llegar a no ser necesaria la meditación, por conseguir una vibración elevada constante; esta vibración equilibra el cuerpo físico y capacita un habita perfecto para mantener nuestra energía Divina, nuestro Yo superior; nuestro ascenso a la 5ª dimensión sin cambiar de cuerpo físico, porque la materia de la Tierra ya está teniendo esa vibración necesaria, conseguida con el sentimiento de toda la Humanidad.
Si el Yo superior va reinando cada vez más tiempo en nuestro cuerpo físico, disponiendo del instrumento de la mente y la sensibilidad de todos los sentidos, iremos comprendiendo, analizando y experimentando cada vez más conceptos, un poquito más elevados, cada una con su experiencia vivida.
En esta ocasión, voy a intentar vivir y expresar una percepción distinta, para sentir la manifestación de mi parte Divina. Hasta ahora estoy poniendo en escritura todo lo que viene a mi mente, -como una Cacatúa- pero la nueva percepción es sentir y vivir en mi Yo superior o parte Divina sin ninguna palabra, sólo con un lenguaje de sentimiento o intuición.
Esta sentida comunicación no es para realizarla sólo unos minutos al día y en un lugar tranquilo, sino todo el tiempo posible del día y durante el tiempo que sea necesario, para conseguir una comunicación sentida y comprendida para siempre, con nuestro Yo superior.
Podríamos hacerlo por medio del sentido de la vista; dejando al Yo superior que vea con los ojos del cuerpo físico, y nos comunique su percepción de todo lo que está viendo durante la experiencia, sin pasarlo por un intelecto razonado, siendo una percepción integra y directa, sin ningún filtro de la personalidad.
Seguidamente, hacemos el mismo experimento con el sentido del oído, dejando al Yo superior que nos traduzca sus sensaciones en este lado del velo en el cuerpo físico... igualmente hacemos con todos los sentidos.
Con todo lo que es nuevo y se empieza a comprender y experimentar, para llegar a tener resultados satisfactorios, será necesario muchas decepciones por parecer que no funciona con ningún sentido, pero la perseverancia y confianza en sí mismo será necesario, para ir viendo un pasito más de los maravillosos descubrimientos que iremos consiguiendo, con nuestra nueva energía disponible para todos los que quieran utilizarla.
Después de sólo en el principio de la experiencia con el sentido de la vista, es increíble la grandiosidad de todo lo ocurrido: Todo lo que vemos diariamente sin que nos aporte ninguna sensación, y cuando dejamos al Yo superior con los ojos del cuerpo físico,que nos transmite sentimientos de belleza, equilibrio, Amor... en todo... hasta en los más mínimos e insignificantes detalles...
Empecé el experimento, estando en un lugar agradable, sentado con los ojos cerrados en recogimiento interno para comunicar con mi Yo superior... acordamos que cuando abriera los ojos, mi parte Divina me iría retransmitiendo todo lo que viera... el Yo superior con toda la energía Divina empezó habitando mi cuerpo... la sensación y el cambio brusco es inenarrable; ¡instantáneamente era supersensible!, el Amor inundaba todo mi ser, -me salía el Amor hasta por las orejas, bueno, por donde mas salía era por los ojos, porque las lágrimas no dejaban de salir- estuve a punto de dejarlo antes de empezar, sin abrir los ojos... bueno, me ajusté como pude a esta energía supersensible, y empecé abriendo los ojos lentamente... lo primero que vi fue una foto pequeña en un marquito que tenía enfrente, donde estamos la familia junta; mi esposa, nuestra hija, nuestros dos hijos y yo... Como una película veía toda la vida de cada uno... y todo era extraordinariamente bueno para el conjunto de la familia, incluso las situaciones más difíciles y complicadas, habían sido las más productivas de todas, porque precisamente, esas situaciones nos habían unido más y nos habían hecho mejores personas... -sigue la energía llorona-
Sentía la presencia y la energía de todos, aquí mismo, en el ahora, era como si nos hubiéramos reunido el Yo superior de los cinco, y cada uno explicaba el propósito de su vida en esta época y en la familia... todo lo que nos había ocurrido, incluso lo que llamamos malo, tenía un sentido profundo y encajaba perfectamente para nuestro progreso espiritual individual y para el grupo familiar.
No tenía ninguna duda de que estábamos los cinco Yoes superiores reunidos en el ahora, no había palabras en mi mente como en las situaciones de contactos anteriores, sólo eran imágenes que me hacían comprender perfectamente el sentido y el porqué de todo lo sucedido en la vida de cada uno de la familia: mi hijo mayor, nos transmitía el Amor más puro que jamás podía imaginar que pudiera existir... era una mezcla muy difícil de explicar, algo así como: Amor puro, alegre, un sentimiento como si dijera: "Perdonarme que os esté haciendo tanto daño con este Amor tan puro, es que no tengo otro"... vino a esta vida para ayudar al máximo, dispuesto a pasar pruebas muy duras, y actualmente las ha pasado todas, tiene una hija preciosa y todo es perfecto... Es un ángel que me pareció entender que ha venido por primera vez a la Tierra y ha querido ayudar y experimentar todo lo posible en una vida, con las excelentes condiciones de esta época... sencillamente, ¡es una bendición para el Planeta y para toda la familia!
Estoy narrando a mi manera y muy sintetizado, todo lo que veía y sentía con el experimento citado. Seguía mirando mi Yo superior con los ojos del cuerpo físico, y mi hijo pequeño expresaba la dulzura de sus imágenes acompañadas de ese Amor imposible de explicar... -mi hijo pequeño vino diez años después de su hermana, contra todo pronóstico- la familia tenía un problema prácticamente de imposible solución, y él vino -entre otras cosas- sencillamente; para solucionarlo, "Brillantemente".
Al mirar a mi hija: sus ojos me transmitieron un profundo Amor de agradecimiento, abrumandome con un infinito de felices imágenes del más puro Amor de agradecimiento por todo lo vivido en común.
Ahora comprendo cuando dicen que: "Los ojos son el espejo del Alma". Precisamente, al mirar a los ojos, es cuando se producía la comunicación de imágenes con el Yo superior... Y los ojos de mi esposa me transmitían el Alma más inocente y pura que se pueda concebir.
Si transmitiera todas las imágenes con sus significados y sentimientos que he recibido, sólo mirando una fotografía por el Yo superior unido al sentido de la vista del cuerpo físico, escribiría un bello libro, pero estoy seguro, que todas las familias podrían hacerlo igualmente, si se reunieran todos los Yoes superiores, consiguiendo la verdadera realidad de las historias más bellas que se puedan imaginar.
En esta época somos muchos los que estamos viviendo situaciones nuevas y de un gran valor espiritual, cada uno a su manera, difícil de asimilar y comprender, y aun más difícil de explicar.
Con estos escritos expongo mis experiencias -a duras penas-, sólo con la intención de estimular y animar para que cada una tenga la decisión y el valor de experimentar todo lo que pueda, por muy increíble que le parezca, para que compruebe cada uno por sí misma; que la realidad que estamos viendo no es lo que parece, y siempre supera por mucho, a lo más extraordinario que podamos imaginar.
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