EL NEGOCIO DE LA ESPIRITUALIDAD

Por Sorem

7 de Junio de 2009

sorem@hotmail.es

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Sigo mi camino, en esta dura tarea de ocupar un cuerpo, para crear mi parte físicamente en este plan de Dios en la Tierra, llegando a los últimos momentos de un ciclo en la creación de esta civilización actual, donde vivo y siento todo el poder de las dos fuerzas de la dualidad, en sus últimas posibilidades de subsistir.

Actualmente vivo en una ciudad donde la batalla de estas dos fuerzas es muy dura, con las fuerzas muy igualadas, y la confusión es el arma más eficaz que está empleando la oscuridad, es difícil distinguir quien está en uno u otro bando, pero la sombra al final siempre se declara a sí misma por sus aspectos egoístas, aunque los tenga encubiertos.

Es una ciudad donde los negocios son muy prolíficos incluso por todos los rincones, y todo lo concerniente del mundo espiritual en su mayoría, igualmente pasa por el estado de negocio, es muy digno que se pueda trabajar en lo que te gusta, y a la vez, estar ayudando a las personas en sus necesidades espirituales.

Pero cuando estos negocios tienen que recaudar de las personas necesitadas, el dinero necesario para cubrir todos los gastos, empieza a existir la prioridad de conseguir el dinero con precios abusivos, quedando el servicio eficaz en un lugar inconveniente, para que no desaparezca esos constantes ingresos de las personas necesitadas.

Quiero decir, por ejemplo: que hay conferencias y cursos con precios abusivos, que no te llevan a ninguna parte, sólo son para entretener, y también, si un sanador o terapeuta tiene que vivir en este negocio con todos sus gastos y necesidades, del dinero que recibe de los pacientes, estos pacientes, interesa que sean constantes, al ser posible semanalmente, creándoles una dependencia, y para ello, se alivia el efecto del mal que tienen, pero no interesa sanar la causa, para mantener los ingresos constantes.

Por ello, en esta ciudad que son muy valientes emprendedores, la batalla es muy pertinaz por los intereses que se están creando en torno a los negocios espirituales, donde unas y otras fuerzas de la dualidad parecen que están niveladas y mezcladas en constante lucha.

Aquí la sombra tiene más oportunidades, entrando directamente por todos los puntos débiles de los intereses económicos necesarios, y así, mezclándose con las actividades de buena voluntad, al final, la Luz y el Amor prevalecerá, pero esta gran ciudad necesita una acción o revulsivo que consiga la unidad espiritual sin intereses económicos abusivos, que sin duda estos intereses pueden ser la gran causa de la separatividad.

Me vine por varios meses a esta ciudad para darme por entero a un sentimiento de ayudar a crear una comunidad urbana, creyendo, por medio del diálogo, que aquí estaban las personas comprometidas necesarias, pero después, la realidad de crear el proyecto físicamente, es totalmente diferente.

Empezamos algunas reuniones con ciertas actividades o proyectos que implicaban prácticas de unidad, y al primer obstáculo, nos separamos más de lo que estábamos, sencillamente; no estamos preparados para vivir las mínimas experiencias en unidad.

Somos muy buenos activando la mente con un diálogo inteligente, con el que podemos confeccionar y rellenar muchos folios de buenas intenciones, proyectos creativos y con excelentes cualidades beneficiosas para todos, todo esto lo hacemos muy bien, nos sentimos muy cómodos desarrollando el intelecto de todas las maneras posibles.

Y en nuestro proceso evolutivo individualmente nos va muy bien, pero cuando tenemos que vivir cualquier experiencia en unidad con otra persona, solo dos, la convivencia resulta difícil, y aun más cuando son más de dos.

Actualmente, es de vital importancia para la evolución de la humanidad, que pensemos, reflexionemos, nos veamos y sintamos como una sola familia, y para ello, tenemos que empezar a demostrarlo con experiencias vividas en comunidades, con todas las personas que están preparadas con las bases espirituales necesarias, para llevar a cabo esta gran demostración de convivencia en Amor mutuo compartido.

Para llegar a la tan deseada ascensión, nos tenemos que demostrar que estamos en el nivel necesario para conseguir ese paso, pero ello ya no puede ser con sólo palabras de buenas intenciones, es necesario demostrárnoslo a nosotros mismos con las acciones de unidad que sean necesarias, dentro de nuestras posibilidades familiares y sociales.

Hemos llegado a un estado de nuestra evolución, en que ya no podemos caer en el autoengaño, entreteniéndonos con palabras y actividades de vieja energía que no activan el corazón con la unidad, teniendo en consideración práctica: El no hacer juicios, con Amor incondicional.

Este Amor incondicional que todos entendemos tan bien, es el que tenemos que demostrárnoslo a nosotros mismos, primero en los grupos espirituales afines que nos será más fácil, y después, en todo lo que sea posible de una manera vivida en la práctica de nuestro día a día, con toda clase de hechos y pensamientos, hasta que se pueda realizar plenamente en una convivencia más amplia, de igualdad y unidad.

Los trabajadores de la sombra son constantes e incansables, y una gran mayoría de los trabajadores de la Luz están muy cansados, por ello, la sombra, aumenta sus acciones de todas las maneras posibles, para seguir reinando en todo el sistema de vida humano.

Los trabajadores del cambio profundo somos conscientes que estamos en la lucha final para conseguir el tan deseado, merecido y ganado ascenso, y tenemos que ayudarnos, unirnos y darnos fuerzas unos a otros, para conseguir definitivamente ascender los más posibles.

Nuestro ascenso requiere una unidad total de todos los seres humanos conscientes de esta realidad, y todos ellos totalmente preparados, ofreciéndose y dispuestos para ayudar a todos los rezagados que quieran aprovechar la grandiosa oportunidad de terminar de una vez este ciclo tan largo, costoso y sufriente.

Cojamos el ánimo y la fuerza que necesitemos, pensando en lo poquito que nos falta para poder disfrutar del verdadero y autentico Amor de Dios, en plena manifestación de toda la vida física, poniendo todo nuestro esfuerzo para activar el corazón con el sentido de unidad, en todos los momentos de cada día. " ‡ ".