lunes, 13 de diciembre de 2010

PRÁCTICAS DE MAESTRÍA

Por Sorem

7 de Mayo de 2009.

sorem@hotmail.es

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Cuando un grupo de personas, conscientes de su grado de evolución, coinciden en sus propósitos y decisión de evolucionar unidos, realizando prácticas de maestría, en ese mismo momento, se unen también sus Yoes Superiores.

Por medio de la influencia de los Yoes Superiores unidos, detrás del velo, promueven los acontecimientos que se realizan desde el cuerpo físico, para que sean tocados los componentes del grupo, unos a otros, con las palabras que sean necesarias, consciente o inconscientemente, para conseguir el propósito establecido por los Yoes Superiores.

El propósito de la actividad de este grupo, es diferente de todo lo que se ha realizado anteriormente con otros grupos, lo que cada uno ha pedido a su Ser interno, consciente o inconscientemente, es lo que tenga más difícil de superar, y es el momento en el que decide afrontarlo con todas sus consecuencias, porque se considera tener la fuerza y valentía necesaria para superarlo, sin saber que pueda ser.

La actividad del plan empieza en el mundo físico, las escenas en el grupo transcurren vividas intensamente, con todo su dramatismo y profundo dolor que produce las palabras inadecuadas o apropiadas en la ocasión (según se interpreten), con el proceso necesario para que todo se manifieste con su propia realidad de lo que cada uno/a tiene que experimentar.

Sufrimos y sentimos con dolor las diferentes manifestaciones que los miembros del grupo ejercen unos con otros para que emerjan los puntos débiles o defectos que cada uno/a tiene y que hay que superar, mejorar, reforzar, sanar… para después, convertirlos en virtudes.

Pero al principio, durante varios días, quedamos muy agarrados al sufrimiento que todo ello nos provoca, nos es casi imposible ver el propósito, el dolor nos ciega y sólo nos vemos como víctima, porque cada uno/a creemos llevar razón en todo lo que está sucediendo.

Este proceso es muy importante para vivir bien todo lo que se siente con la ofuscación, al no ponernos en el lugar del que nos está causando el daño y mirar sus posibles razones, desde otro punto de vista diferente al nuestro, y así, con nuestra visión partidista, sentimos intensamente la experiencia.

También podríamos pensar, que la Luz deja que entre a los magos de la oscuridad, para que hagan bien su trabajo con nosotros, y activen al máximo nuestras sombras, ya que nosotros atraemos la energía de separatividad que estamos generando dentro de nosotros mismos.

Después de varios días de intenso dolor, mayormente provocado por la resistencia que ejercemos queriendo llevar razón, para no cambiar nada de los conceptos que tenemos establecidos, en nuestra manera de pensar y actuar con nosotros mismos en nuestras vivencias.

Nuestros Yoes Superiores nos van indicando poco a poco todo el propósito de lo que está ocurriendo, para que podamos entender y cambiar por nosotros mismos, sin resistencia y entregados totalmente, a solucionar los problemas con todas las consecuencias, cada uno/a por sí mismo/a.

Con todo esto, podemos entender perfectamente, que las palabras causantes de tanto sufrimiento no son intencionadas para tal sufrimiento, ya que las mismas palabras son interpretadas con diferente sentido e intención, para que a cada uno/a le afecte al sentimiento de la parte más débil de la psiquis que hay que reforzar, mejorar o sanar, siendo las palabras sólo el medio para conseguir el propósito.

Si este propósito se entiende bien, pues aquí termina todo, y cada uno/a se pone a trabajarse todo lo considerado a mejorar, ganando todos con la experiencia, tanto individual como grupal.

Pero si no se entiende el propósito, y no hay intención de cambiar nada, dando fuerza al orgullo, incomprensión, falta de perdón y amor incondicional, se destruye el grupo y cada uno/a se queda estancado/a en su desesperada agonía y victivismo, hasta que se le ofrezca otra oportunidad de progresar en su evolución, con estas características de compartir tan favorablemente para todos.

Las personas que deciden hacer prácticas de maestría, deben tener el propósito y la gran fuerza para superar todos los obstáculos, que sin lugar a duda van a ser provocados por sus Yoes Superiores, para probar y elevar su estado de conciencia, nada de lo ocurrido es casual.

Un grupo de prácticas de maestría es para ver, y que te hagan ver, lo que es muy difícil ver por sí mismo/a, en el trabajo evolutivo individualmente, y para ayudarse mutuamente los unos a los otros en todo, primero provocándose para que surjan los puntos débiles de cada uno/a, casi siempre inconscientemente, y después, con todo el Amor y Comprensión, ayudándose a superar todo lo que sea necesario.

Y cuando el grupo supera los primeros obstáculos, todos se elevan, con más experiencia y fuerza unida, quedando preparados para la siguiente prueba de obstáculos, individual y grupal.

Si no vemos el propósito en las prácticas de maestría, después de provocar los acontecimientos necesarios, podemos quedar enganchados sólo en la provocación y el dolor causado unos a otros, sin comprensión ni perdón, haciéndonos nosotros mismos la existencia todavía más dura y sufriente de lo que nos es normalmente.

Con esta actitud, estaríamos alimentando a la energía contraria de la luz, y el consiguiente retraso en nuestro propio progreso, desequilibrando y separando nuestro propio trabajo de unidad. Hay personas que dedican mucho sacrificio y esfuerzo para intentar construir trabajos de unidad, y hay otras personas que les es muy fácil destruir y desunir.

En el grupo de prácticas de maestría, somos personas muy decididas para aprender bien a mover, cambiar y equilibrar energías, para conseguir la unidad, superando todos los obstáculos por muy complicados y difíciles que sean, y si la persona no es así, ellos mismo se excluirán.

También podemos considerar, que posiblemente estemos en nuestra última encarnación en 3ª dimensión, con la gran oportunidad de ascender a un estado de conciencia o dimensión más elevada, y para ello, tenemos que coger el nivel de conciencia necesario, aprovechando las oportunidades que nos ofrecen cada vez los más difíciles obstáculos a superar.

Estos obstáculos o defectos tan difíciles de ver, reconocer y superar, son los más resistentes que van quedando, como posibles remanentes, de una vida a otra sin solucionar totalmente, y es ahora cuando ya tenemos todo lo necesario para conseguirlo, por sí mismo y con la gran ayuda de Comprensión y Amor compartido entre todos los seres del grupo, desde las dos dimensiones.

También nos puede dar la fuerza necesaria en las prácticas de maestría, el saber que; con la Comprensión, el Perdón y el Amor Incondicional y sin Juicios, para cambiarnos los defectos por virtudes, con ello, nos estamos elevando a nosotros mismos, elevamos a la Tierra, y elevamos también a toda la Humanidad. " ".

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