PRESENCIA CONSTANTE DEL YO SUPERIOR
Por Sorem
8 de abril de 2009
http://sorem-canalizaciones.blogspot.com/
Por todo el proceso de experiencias vividas, he llegado al estado de conciencia en el que no considero a mi Yo Superior separado de mi Yo Inferior, soy la misma energía, viviendo experiencias conscientemente, desde mi cuerpo físico.
En este estado consciente, tengo la gran necesidad, de traer un trocito de Cielo a la Tierra, dentro de mis limitadas posibilidades, en esta creación o dimensión en la que me encuentro con un cuerpo físico.
En el Cielo, el lugar que habita parte de nuestra energía sin cuerpo físico, el hogar, o como quiera que le llamemos, es un lugar de autentica felicidad, porque no existe la separación, ni el tiempo ni el espacio físico, y cuando expreso esta gran necesidad de traer el Cielo a la Tierra, me refiero a esa felicidad que todos podemos disfrutar, si conseguimos esta unidad.
Para ello, intentaríamos vivir, como lo hacemos en el hogar, teniendo en consideración todos los inconvenientes y limitadas posibilidades que nos ofrece y exige todo el sistema de vida social existente.
Pero queremos empezar con lo que buenamente podemos hacer, y para ello, nos reunimos los que hemos decidido poner a toda nuestra energía divina a trabajar unida, desde nuestros diferentes cuerpos físicos.
Para ello, creamos una conciencia grupal, donde nuestras energías o Yoes Superiores van a trabajar unidos, desde el cuerpo físico y fuera del cuerpo físico, experimentando conscientemente esa unidad del hogar en las dos dimensiones.
Así empezamos a reunirnos en un nuevo grupo en otra ciudad, con esta intención, considerando nuevas prácticas de maestría, reclamando la presencia constante de nuestro Yo Superior, y aprovechando todas las oportunidades de creaciones genuinas en todo momento.
También, todo este trabajo individual y grupal, consiste en potenciar la presencia de nuestro maestro interno, para extraer la sabiduría necesaria, de todas nuestras vidas anteriores.
Cuando venimos a una nueva vida, traemos el propósito de vivir las experiencias que nos son necesarias, por no haberlas vivido o no haberlas experimentado con toda su enseñanza sentida y bien adquirida, en esta u otras encarnaciones anteriores.
Pero los Trabajadores de la Luz que comprendemos y vivimos estos conceptos, sabemos y sentimos, que estamos cerrando un ciclo de encarnaciones, y por ello, además de vivir y sentir bien las experiencias necesarias, estamos empezando a extraer la sabiduría que tiene nuestra propia Divinidad.
En esta comunicación y presencia constante de nuestro Ser Superior en el cuerpo físico, somos más sensibles en aprovechar todas las oportunidades que nos ofrece cada nuevo día, con una creatividad siempre muy activa.
Esta creatividad la ponemos al servicio de la unidad o conciencia grupal, de donde salen nuevos proyectos a realizar.
En estas practicas de maestría en grupo, hay que pensar y actuar cada uno/a, como una maestra/o, exponiendo su sabiduría al servicio de la unidad del grupo, con experiencias de Nueva Energía.
La Nueva Energía nos hace comprender y sentir que todos somos UNO, nuestra esencia, nuestros Seres son parte de Dios, y Dios es una Unidad indivisible, y nosotros desde la perspectiva del cuerpo físico estamos viviendo la ilusión de la separatividad.
De todo esto, nos quedamos con aquello que mejor podemos comprender y sentir, ello es; el AMOR que nos emociona cuando pensamos y sentimos con cualquier gesto, que considera la unidad con toda la vida que nos rodea.
Este gesto de unidad nos trae el recuerdo del hogar, y toda la fuerza necesaria para traer y realizar cualquier proyecto que nos facilite nuestros Seres Superiores, trabajando juntos en la conciencia grupal creada.
Mi Ser Superior me indicó que creara un lugar seguro en el mundo de la imaginación, donde me pueda reunir con él y con todos los Seres Superiores de mis amigos y de aquellas personas que me piden ayuda, este lugar seguro es mi Gran Pradera, creada en el hogar o mundo de la imaginación.
Cada uno/a, en compañía de su Yo Superior, se puede crear el lugar seguro que más le guste, donde el nuevo grupo podemos hacer practicas de maestría, saliéndonos de este sistema de dualidad con tiempo y espacio, para experimentar nuestra multidimensionalidad conscientemente, individual y grupalmente.
La relación de unidad con nuestro Ser Superior debe ser constante en todos los momentos y situaciones de cada día, para sentir siempre su presencia y común colaboración, en todos los asuntos que se necesite la decisión más favorable, para nuestro progreso evolutivo dentro del plan de Dios.
Si tenemos esta comunicación constante con nuestra energía central que está fuera del tiempo y espacio en el que nos movemos físicamente, nos puede dar una orientación exacta de las experiencias que tenemos que vivir, y el sentido y enseñanza que ellas nos están transmitiendo.
De esta manera, nuestro maestro interno nos va recordando quien somos, y el poder que tenemos cuando somos conscientes de aprovechar todo lo necesario de las dos dimensiones complementarias, donde existe nuestra misma energía.
Cuando quitemos totalmente el velo entre las dos dimensiones, traeremos el Cielo a la Tierra, y crearemos este nuevo lugar de Paz, Igualdad y Unidad. " ‡ ".
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