LA SALUD DEL ALMA

Por Sorem

24 de Diciembre de 2005

sorem@hotmail.es

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Si observamos atentamente, podemos ver las precisas indicaciones que cada día nos va ofreciendo las opciones, y posibilidades que podemos elegir constantemente, como nuestro modo de vida, con nuestras decisiones vamos creando el sentido de nuestra propia vida, y la relación e influencia que tiene en las personas que nos rodean.

Estas decisiones que tomamos diariamente, son muy importantes para nosotros, incluso las más insignificantes pueden traernos las oportunidades más deseables, con esta observación constante podemos ver con claridad, y aprovechar todas las opciones favorables para crearnos situaciones más felices.

Ya sabemos que existe una especie de felicidad pasajera, que está unida a la satisfacción de conseguir los deseos más apetecibles, y con ello, vemos que cada persona busca su felicidad pasajera de la mejor manera que le es posible, y esta felicidad siempre está estrechamente unida a las condiciones exteriores de su grado de evolución, pero cuando se llega a cierto grado, esas condiciones exteriores no condicionan el equilibrio interno, manteniendo la verdadera felicidad constante con todas las situaciones.

Esta verdadera felicidad se consigue; sanando el pasado, y creando el mejor futuro, para ello, con una observación constante, hay que aprovechar todas las oportunidades del presente, estas oportunidades pueden ser muy variadas, podría darse el caso de estar esperando la gran oportunidad de nuestra vida, para conseguir un salto en nuestra evolución, y esta oportunidad, la tenemos delante durante años y no la vemos, porque nosotros la pensamos y esperamos de otra manera muy distinta.

Primero, si no sanamos el pasado, tendremos un obstáculo constante, con el que nos es imposible progresar. Para que en el presente nos podamos proyectar hacia el infinito, sin metas, con entusiasmo y alegría, tenemos primero que estar perfectamente equilibrados con todo el pasado y presente, perdonando de corazón y pidiendo perdón por todo y a todos los que sean necesarios.

Es posible, que los que tengan perfectamente sanado el pasado, piensen y busquen una gran oportunidad de progreso espiritual, decidiendo y proyectando un gran plan de ayuda a los que la necesitan, y si está capacitado para darla, pero esto, nunca funcionará bien, si no se tiene especial cuidado y dedicación para tener la armonía, atención, ayuda y alegría en las personas y asuntos más próximos.

Esa gran oportunidad, puede que creamos que debería ser grandiosa, ayudando a muchas personas, y efectivamente así es, pero no deberíamos olvidar; que igual de grandiosa puede ser, ayudando a una sola persona, como por ejemplo: cuidar y hacer feliz a nuestra madre en sus últimos años de vida, en vez de llevarla a una mala residencia, donde le haríamos una visita al mes.

Estamos aprendiendo con las experiencias vividas, y cada persona necesita la que su ser interior le indica, no se debe pensar; que si yo decido un gran plan y ayudo a muchas personas, yo voy a evolucionar más elevado que otra que sólo ayuda a una, puede que esta última ya ayudó a muchas en su anterior vida, y abandonó o no ayudó como necesitaba, a la más cercana y querida, y en esta vida presente, su Yo superior le indica con mucha fuerza, que sane el pasado, con esa dedicación amorosa a su presente madre.

El plan grandioso para conseguir elevar nuestra vibración con el servicio a los necesitados, no depende de los resultados adquiridos, sino del esfuerzo personal, haciendo lo que nos indique nuestra conciencia, en una estrecha comunicación con nuestro Yo superior, recordaremos nuestro plan grandioso, y sea lo que fuere, ello será nuestra necesidad más imperiosa para nuestro progreso espiritual, y comprendiendo todo esto, lo realizaremos con entusiasmo y alegría.

Hay personas que no tienen una verdadera paz interna, están consagrados en cuerpo y alma a un servicio importante, que realmente benefician a muchas personas, y no comprende el porqué de su intranquilidad interna. Hay un refrán que dice: "En casa del herrero, cuchillo de palo". Toda la atención constante la tienen dedicada a ese gran servicio, y no se da cuenta de innumerables pequeños detalles.

Precisamente, estos pequeños detalles son el reflejo de la grandeza interna, como entre otros muchos, son: Al levantarnos, nos miramos al espejo, y vemos a nuestro Yo superior detrás de la silueta física, y le decimos; ¡hola colega!, no te escondas, toma tu posición en el cuerpo, y empecemos el día con alegría y atención, para que no se nos escape ninguna pequeña gran oportunidad... después, esta sonrisa que vemos en el espejo, se la vamos enseñando a todas las personas, animales, cosas, con las que tengamos relación durante todo el día.

Empezamos con la familia, con un abracito y unas palabras amables y simpáticas que provoquen la sonrisa... salimos de casa y vemos al vecino; ¡Hola Antonio!, ¿has visto que sonrisa más guapa tengo?... en el trabajo: ¡Hola colegas, mirad como mola mi sonrisa!... a los árboles que veamos: ¡Hola tronco, te transmito mi alegría!... a los perros: ¡Hola chucho, mueve el rabo, muy bien!... Bueno, todo esto, mejor será que lo hagamos en voz baja... digo yo... pero sea como fuere, la alegría interna hay que activarla, trasmitirla y contagiarla constantemente, aunque estemos solos.

Es posible que a estas pequeñas oportunidades diarias, de trasmitir nuestra amabilidad, alegría, buen humor, buena disposición de ayudar, humildad... no le demos importancia, porque nuestro tiempo lo queremos ocupar en otras más importantes, pero si lo observamos bien, nos daremos cuenta que es nuestro mejor gimnasio para estar siempre en forma, consiguiendo con ello; paz y tranquilidad, interna y externamente, siendo nuestra expresión externa, el reflejo de la interna.

La alegría es una fiel indicación de la salud de nuestra alma, por ello, la sonrisa y el buen humor constante, trasmite ánimo a los demás, y si la sonrisa no sale natural y fácil, entonces, hay que buscar y sanar, todo lo que sea necesario, para que gocemos de un perfecto estado de salud, físico y psicológico. " ‡