viernes, 10 de diciembre de 2010

¿PARA QUÉ SE CREA UN GRUPO ESPIRITUAL?

Por Sorem

23 de Diciembre de 2006

sorem@hotmail.es

http://sorem-canalizaciones.blogspot.com/


Cada persona evoluciona individualmente según sus creencias y manera de entender y practicar en su vida los conceptos que va comprendiendo, y también, con la gran oportunidad que le ofrece las enseñanzas que puede obtener con un grupo.

En principio, tenemos que considerar que para formar un grupo, tienen que ser personas afines a un mismo sentimiento y entusiasmo.

El grupo que se forma con personas que están iniciando, necesitan una persona con experiencia espiritual, para que les guíe en sus peticiones y les ayude a mantener el entusiasmo, aprendiendo por sí misma, con todo lo que está descubriendo, aplicado en todas las circunstancias de su vida diaria.

El grupo que se forma con personas avanzadas, debe ser abierto y libre en todos sus contenidos, no tiene ningún líder, y cada uno/a tiene la responsabilidad que así mismo/a se quiera imponer.

Todos aprendemos con la rica y variada enseñanza que nos llega de las diferentes filosofías de los extraordinarios maestros, encarnados o desde el otro lado con canalizaciones, que siempre ha tenido y tenemos la humanidad.

De toda esta sabiduría, sin desmerecer ninguna, podemos tener cierta afinidad a un maestro determinado, por la manera de exponer el contenido de su enseñanza, esta afinidad nos atrae a ciertas personas para reunirnos y trabajar en grupo.

Las reuniones y trabajos grupales, podríamos decir, que son para enriquecernos unos de otros, y aprender lo que después como vivencia y enseñanza llevamos a la vida diaria, allí donde nos encontremos.

El grupo elige un trabajo en común con varios propósitos: Para aprender nuevos conceptos y enriquecerse con los diferentes puntos de vista de cada uno/a. Para aprender cómo se hace un trabajo en común, viendo las dificultades, los obstáculos y verdadera capacidad de soluciones aplicadas para un eficaz funcionamiento en servicio.

Con este trabajo grupal -el que sea- vemos nuestra realidad, nuestras virtudes y nuestras carencias, y también nuestra verdadera intención y capacidad de superación y querer aprender, poniendo nuestro esfuerzo para mejorar o cambiar nuestra actitud, en beneficio individual y grupal.

Lo que en un principio establecemos como un trabajo grupal, vemos que no es lo importante, lo verdaderamente importante son las diferentes energías que cada uno/a aprendemos a mover individualmente en torno a ese trabajo, nos vamos dando cuenta que somos muy individuales pensando y actuando.

El concepto de Unidad lo estamos entendiendo, pero ahora lo tenemos que llevar a la práctica de la mejor manera posible, en todas nuestras acciones, y el trabajo de grupo es el primer sitio para practicar los conceptos comprendidos.

En el trabajo de grupo, podemos ver con claridad el efecto que producen las energías que creamos y movemos. Podemos ver y sentir el efecto que produce en el grupo, cuando introducimos una energía desequilibrante y de separatividad, creando un malestar interno.

También podemos ver el efecto y sentir la sensación que recibimos cuando todos creamos una energía afín de unidad, sin lugar a duda, con esta última nos sentimos; alegres, con entusiasmo, con vitalidad y plena felicidad.

Un grupo se forma cuando sus componentes son afines a un mismo sentimiento, pero todos somos diferentes, y en esta diferencia está la riqueza para compartir y ayudarnos mutuamente.

Si observamos detenidamente a los componentes de un grupo, nos daremos cuenta; que ninguno está ahí por casualidad, todos aportan una necesidad del conjunto, incluso el más desequilibrante puede que aporte la acción más importante y enriquecedora para todos.

No podemos decir que todos los grupos espirituales son iguales y con el mismo propósito, pero la mayoría tienen varias razones importantes en común, una de estas razones es la convivencia para realizar las diferentes actividades puestas en común.

Con esta convivencia, surge un gran movimiento de energías diferentes, con distintas fuerzas y direcciones, y con ello, aprendemos a canalizarlas en un mismo sentido equilibrado, con lo que unos tienen que ceder y otros esforzarse más, pero siempre, todos aprendemos de todos nuestra necesidad.

Cuando una persona decide formar parte de un grupo espiritual, es una decisión muy importante en su evolución, desde ese mismo instante, empieza un impresionante movimiento de energías, su Ser Superior entra en la red de comunicación con otros seres, para establecer las coincidencias necesarias, con las que conoceremos a las personas que igualmente han tenido la misma decisión.

Así que nos encontramos en un mismo tiempo y espacio, un grupo de personas con la misma intención, y nada es casual, somos viejas almas conocidas que han decidido reencontrarse para trabajar juntas… fin de lo anteriormente previsto… y de aquí en adelante, todo será lo que nosotros decidamos crear.

Estamos recordando la experiencia y sabiduría obtenida en todas nuestras vidas pasadas, reconociendo a nuestro Ser Divino como lo que es; un creador consciente de nuestra nueva realidad, y juntos podemos acelerar nuestro progreso.

Este progreso que queremos conseguir en grupo, tiene la intención de poder servir y ayudar a los que vienen un poquito más atrás, necesitando y pidiendo esa ayuda que nosotros ya conocemos, y la estamos actualmente experimentando y viviendo en el ahora.

También, la convivencia que experimentamos los afines en un grupo espiritual, es un ensayo preliminar donde se puede aprender todo lo necesario para conseguir un estado de conciencia superior, después, este estado con sus vivencias, se lleva al círculo más próximo de convivencia social, donde se pone en practica todo lo aprendido en el grupo o familia espiritual.

En el sentir más profundo, todo nuestro entusiasmo por progresar espiritualmente, tiene el único sentido de poder servir a los demás. " ".

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