UNA DE LAS MAYORES CAUSAS DEL SUFRIMIENTO DE LA HUMANIDAD, ES LA IGNORANCIA
15/11/2003
Vivimos en un Planeta donde el sufrimiento es el gran protagonista.
No vamos hablar de la causa de los grandes sufrimientos, como: Las guerras, las drogas, las enfermedades, la pobreza, el hambre, la violencia, las desigualdades...
Las causas de tanto sufrimiento las generamos todos, en mayor o menor grado. Pero sólo vamos a exponer aquello que nuestra influencia puede ser decisiva con nuestros pensamientos y acciones, aquello que está próximo a nosotros, lo que hacemos o no hacemos y sus consecuencias en nuestro nivel.
Una de las mayores causas del sufrimiento es la ignorancia.
Conozco un ejemplo: Francisco tiene conocimientos universitarios, es una persona culta y muy buena; su esposa, sus hijos, sus amigos... todas las personas que le conocemos sólo podemos hablar bien de él, es incapaz de hacerle daño a nadie.
Los domingos, Francisco coge sus dos perros y su escopeta, y se desplaza con otros amigos a su coto de caza. Es un día espléndido, y en contacto con la naturaleza el grupo disfruta del buen ambiente; realizando una cacería, abatiendo varias piezas cada uno, después comen entre risas y bromas, y al terminar el día cada uno regresa con su querida familia sintiéndose realmente felices.
Esto es un acontecimiento normal. Pero si tenemos un conocimiento más profundo, en ello, veremos lo siguiente: Yo tengo un conejo macho de mascota en mi casa, se llama Bobo, es como sí fuera de la familia. Cuando oye un ruido extraño, o entra alguien desconocido, empieza a dar golpes fuertes en el suelo con las patas traseras, para avisarnos, yo le cojo para tranquilizarlo y parece que el corazón se le va a salir del pecho.
Si Bobo hubiese nacido en el seno de la Madre Naturaleza: alegre y feliz con sus hermanos y amigos. Al hacerse mayor, conoce a su pareja, y llenos de vitalidad hacen una madriguera, y la pareja muy feliz forman una familia. ¿Has observado alguna vez, a los gazapos o cachorros de alguna especie animal? Son simpáticos y juegan felices; cuando se quedan solos, están muy temerosos, pero cuando llegan sus padres, estallan de alegría y manifiestan con toda intensidad las ganas de vivir, siendo una familia alegre y feliz.
Bobo, como es un padre muy valiente, está siempre vigilando fuera de la madriguera para proteger a su familia, muy atento... a oído un ruido extraño, y da repetidamente fuertes golpes en el suelo con sus dos patas traseras para avisar a su familia del peligro, la madre pone a salvo a sus hijos y va en busca de su pareja.
El peligro es: "Francisco"; humano inteligente, con gran pericia en el arte de matar con escopeta, y con sus dos fieles perros realmente adiestrados para matar a sus hermanos más pequeños. Hoy es domingo y están en plena cacería.
La pareja de Bobo quiere alejar el peligro de sus hijos, los deja a salvo en la madriguera y sale corriendo uniéndose a Bobo. Escondidos ven a tres monstruos que han invadido su lugar de nacimiento dispuestos a matarlos salvajemente, oyen ruidos por todos sitios, el miedo es tan intenso que están al borde del infarto...
Los perros con su desarrollado olfato, y como salvajes bestias implacables, los tienen rodeados, cada vez están más cerca... siguen los dos juntos escondidos entre los arbustos con un sufrimiento enorme... se miran el uno al otro, y Bobo, para salvar a su pareja, y con ella a su familia, se sacrifica saliendo a toda velocidad...
Francisco dispara a Bobo un tiro certero hiriéndole gravemente, un perro llega veloz cogiéndolo con sus fauces clavándole los colmillos en su cuerpo, y se lo lleva a Francisco... Bobo mira a Francisco sin comprender nada de lo que está ocurriendo, y sufriendo su agonía... Francisco suelta la escopeta, coge a Bobo moribundo, y sonríe feliz acariciando y hablándole a su perro por lo bien que lo ha hecho.
La pareja de Bobo, que está escondida viendo y sufriendo terriblemente por todo lo ocurrido, aprovecha el momento y sale corriendo. Francisco rápidamente coge la escopeta y le dispara dos tiros entre los matorrales... la pareja sigue corriendo hasta introducirse en su madriguera, reuniéndose con sus hijitos... los pequeños sienten intensamente el dolor de su madre... la madre tiene una pata destrozada y varios plomos en los pulmones... la madre y sus hijitos, mueren lentamente con un sufrimiento atroz...
Quizás me digas que esta historia es exagerada e irreal; y yo te contesto, que he expuesto la más suave. Los cazadores dejan en el campo más animales heridos de los que cogen muertos. Y las heridas causadas por el plomo, se gangrenan, causándoles una muerte lenta con su indescriptible sufrimiento.
Yo sé bien lo que te digo, porque mi padre me enseñó a cazar desde muy temprana edad, y he sido cazador durante los dos primeros periodos, hasta que un día llegué a ser consciente del sufrimiento que causaba. Ahora me cuesta ver las letras que estoy poniendo en el ordenador... al recordar cuanto dolor causé.
En este mundo en que vivimos, los animales son nuestros Hermanos pequeños, y su felicidad o sufrimiento depende en gran medida de todos nosotros.
Amiga mía, como ves, se puede ser buena persona y causar mucho sufrimiento por falta de conocimiento. El conocimiento es necesario para comprender todo lo posible; para ampliar nuestra conciencia, y al ampliar nuestra conciencia, nos hacemos más responsable hacia todo lo que sucede a nuestro alrededor, para no causar daño a toda manifestación de vida.
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