EVOLUCIONAR CONSCIENTEMENTE

30/01/2004

Hemos muerto y venido a la vida infinidad de veces para aprender, y en todo este proceso evolutivo, todavía no hemos llegado al estado más importante.

La única intención que me hace escribir estas reflexiones, es exponer el valor que tiene: Empezar a evolucionar conscientemente. Esta decisión te hace pasar de un estado sufriente, a un estado de infinita felicidad progresiva.

Esta decisión, te hará más responsable, sabrás escuchar y comprender a los demás. Tu vida será más sacrificada que antes, pero con una vital diferencia, antes sufrías, estabas muerto, ahora vives, disfrutas con todo lo que haces, comprendes el porqué lo haces y sientes la felicidad benéfica que te aporta a ti y a los demás esta necesidad vivida.

Nadie termina una carrera sólo por quererlo, y después, al finalizarla, disfruta de sus beneficios, para conseguirla; es necesario esforzarse y sacrificarse mucho para aprobar todos los cursos que le preceden.

Para ello, tenemos que estar todos los días observándonos, para ver como reaccionamos en unas y otras situaciones, después, por la noche, nos ponemos cómodamente en un lugar tranquilo, y con los ojos cerrados nos relajamos, aquietamos la mente, y hacemos un recorrido retrospectivo de todo lo que hemos hecho durante el día, así nos veremos tal y como realmente somos.

Esto lo haremos el tiempo que sea necesario, sin luchar, sólo observando, hasta llegar a conocernos bien.

Cuando ya estamos convencidos que tenemos que cambiar actitudes, al hacer el recorrido retrospectivo, nos paramos en aquel suceso donde hemos tenido una actuación incorrecta. Veremos las consecuencias que tiene con uno mismo y con los demás esa manera de ser.

La manera de decir de una u otra forma la misma cosa, puede herir a las personas, por ello, en nosotros debe estar siempre un sentido inocuo, y después, decidimos ir cambiando a mejor la causa de todo aquello que aporta sufrimiento propio y ajeno.

Hay quien piensa que debe hacer un servicio importante a los demás, y esto esta muy bien, pero primero no deberíamos olvidar lo sencillo; hacer bien todo aquello que nos sale al paso durante el día: Ese gesto o saludo amable con el vecino, manifestar la humildad y la tolerancia con todos, amigos y menos amigos, con todos los compañeros de trabajo; no quiero decir que se acepte la injusticia, hay que ser severo con la injusticia del fuerte, pero a la vez, que la bondad sea una clara manifestación de nuestras palabras y acciones.

Si no hacemos bien lo sencillo, no pensemos en hacer lo difícil.

Según pensamos así somos, el pensamiento es el alimento de nuestras acciones. Observa tus pensamientos y admite sólo aquellos que estén en sintonía con el Amor. El Amor es la energía más poderosa que mueve en armonía todo el Universo, es la Ley que abarca todas las leyes, no es una ley religiosa, es la única Ley que mueve todos los corazones, es la Ley del Amor.

Amiga mía, cuando haces una buena acción, ayudando desinteresadamente a una amiga o amigo, que se encuentra en una situación comprometida, y con tu ayuda, a esa persona la liberas de su sufrimiento; seguro que te sientes muy bien: ese sentir que se manifiesta en tu interior, es la energía de la que estamos hablando, la que proyecta la Ley del Amor, con su armonía universal, la que está en un contacto estrechamente directo y unido con todas las personas por medio de la Conciencia.