domingo, 28 de noviembre de 2010

ASTRAL

08/01/2004


Cuando desencarnamos, vamos al astral, y después de estar allí un tiempo de descanso, decidimos voluntariamente pasar de la teoría en el astral a la práctica vivida físicamente, y ayudados siempre por los seres de luz, (hermanos mayores muchos más avanzados que nosotros) es entonces, cuando se empieza a programar la venida a un lugar físico, a un aula donde podamos aprender las lecciones que necesitamos.

Cada uno necesitamos unas lecciones diferentes, por ello escogemos el lugar, la familia, la época y todo aquello donde se van a dar las condiciones adecuadas para aprender lo que más nos conviene, y nunca serán pruebas que no podamos soportar y superar.

Si tomamos en consideración lo que realmente somos, "La Conciencia", veremos que la muerte no existe, solamente cambiamos de lugar.

Después del duro trabajo, con todo el esfuerzo del estudio de un curso, dejamos el coche ya viejo en el desguace, cogemos el avión y nos vamos volando de vacaciones a un lugar agradable que ya conocemos muy bien y donde tenemos muchos amigos y amigas, allí vivimos intensamente días felices. Después de las vacaciones, volvemos con un coche nuevo y las fuerzas necesarias, a la misma u otra aula para empezar el curso siguiente.

Cuando estamos en el astral, recordamos todo lo aprendido en vidas anteriores, pero luego, cuando venimos al mundo físico, no recordamos nada, este olvido de nuestra naturaleza es por nuestro bien, con el propósito de dedicar toda nuestra atención sólo a lo que hemos venido. Venimos para aprender lo que más necesitamos, también asignaturas pendientes.

Por ejemplo:
En el proceso de mi evolución he trabajado vida tras vida todas las asignaturas a la vez, pero el orgullo me cuesta mucho, se me resiste con mucha más fuerza que todo lo demás y como lo he ido dejando, mi evolución la tengo descompensada.

En vidas anteriores mi cuerpo físico era de una gran belleza, pero siempre lo utilicé para mi egoísmo particular. Entonces, para nivelar mi estado evolutivo, en la próxima vida decido lo siguiente:
Escojo un lugar y unos padres humildes, de una raza donde las condiciones van a ser realmente difíciles, con un nivel social bajo, y además estos padres me van a proporcionar genéticamente un cuerpo físico deforme. Todo esto lo decido yo voluntariamente por mi bien, para que con todas estas condiciones no pueda alimentar el orgullo, y mi espíritu comprenda con situaciones duras lo que no he querido aprender de una manera voluntaria, sencilla y normal, en muchas vidas anteriores.

En el astral, antes de venir, se organiza un plan para que surjan las condiciones más beneficiosas a nuestro aprendizaje. Normalmente decidimos venir con los padres, hermanos y demás familia que suelen ser los mismos de otras vidas anteriores, nos conocemos muy bien y con mucho amor nos ayudamos todos, también con algunas deudas pendientes de unos con otros, que queremos reestablecer.

El plan proyecta y convoca a las personas con todas las condiciones que van a surgir en nuestra vida para aprender mejor lo que necesitamos, pero luego, cuando llega el momento, nosotros lo aceptamos o cambiamos por otra situación, haciendo uso de nuestra total libertad.

El plan determina que conozca a una persona que necesita mi ayuda, y aquí termina el plan, luego yo elijo libremente si le ayudo mucho, poco o nada. También se establece para atracciones muy fuertes, aquí intervienen los ingenieros del astral.

Dos espíritus decidimos de mutuo acuerdo formar pareja, también decidimos el sexo y las condiciones para luego elegir vivir juntos. (Los espíritus no tenemos sexo, venimos indistintamente para aprender todas las situaciones que ofrece la vida en sus diversas manifestaciones)

Venimos a la vida, y cuando tenemos la edad de formar pareja, y aunque vivamos muy lejos el uno del otro, surge lo que nosotros llamamos casualidad (que no es tal, si no algo previsto) de vernos, en este momento sucede el resultado de lo que hicieron en nosotros de una manera natural los ingenieros del astral, lo que nosotros aquí llamamos el flechazo de Cupido.

Las situaciones programadas pueden ser infinitas, porque todos somos diferentes y son establecidas según las necesidades de cada uno para aprender.

Siempre pedimos que tengamos buena suerte, que todo nos vaya bien, pero quizás esto no es lo que nosotros hemos decidido que nos ocurra. Nosotros siempre nos identificamos sólo con nuestro cuerpo físico y no con lo que realmente somos: El Espíritu. Y no queremos tener problemas, queremos pasárnoslo bien, estar siempre en una situación cómoda y hacer lo menos posible, pero así no evolucionaríamos.

Aquel que conduciendo un coche, bebe más alcohol del permitido, se excede en la velocidad y va siempre al límite, provocándose un accidente, esto no estaba previsto, lo ha provocado él voluntariamente con su acción inconsciente.

Pero si en cambio el accidente le ocurre haciendo todo correctamente y sin tener culpa alguna, entonces, este suceso, sí estaba programado por ti mismo.

Si la persona se queda inválida, al principio es muy duro de asimilar, pero si poco a poco lo vas aceptando como lo que realmente es: La prueba que necesitas. Iras superando todos los obstáculos con alegría y llegaras a comprender que es lo mejor que te ha sucedido en tu vida, para aprender lo que más necesitabas, y con fuerza y alegría das ejemplo, ayudando a todos los que se encuentran en la misma situación.

Amigo mío, si tenemos claro el concepto que hemos visto de la "Evolución de la Conciencia", (en Trabajo Individual) y si nos vemos como La Conciencia que se sirve de nuestro cuerpo físico, para aprender en este mundo físico, comprenderemos el estado actual y futuro que nos encontremos cada uno.

Cuando tú y yo empezamos a evolucionar, antes y después empezaron otros. Los que empezaron después, y más cercanos a nosotros, los vemos evolucionando en los animales, y los que empezaron antes que nosotros, viven en otros mundos más evolucionados, comunicándose con nosotros y ayudándonos todo lo que le permiten las leyes universales.



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