domingo, 28 de noviembre de 2010

SER AGRADECIDOS


15/05/2004

Al levantarnos por la mañana empezamos a ser conscientes de un nuevo día en este mundo físico que habitamos en esta vida.

Enseguida vienen a nuestra mente los pensamientos que más nos preocupan, parece como si estos estaban esperando que despertáramos para invadir nuestra mente de una manera agresiva todos a la vez (entrando el primero siempre el más fuerte, el que más nos preocupa).

Si no somos conscientes, o dejamos libremente que esta invasión se apodere totalmente de nosotros, empezamos mal el día, y lo que mal empieza, puede terminar peor.

Podemos tener una actitud diferente, por ejemplo:

Al levantarnos, cuando vemos venir a todos los pensamientos dándose codazos unos a otros para pasar a nuestra mente todos a la vez... observamos todo el cómico conjunto... y nos sonreímos... después, sin perder la sonrisa, pero con toda nuestra energía y decisión, le decimos: ¡colegas, aquí mando yo!, ¡aquí no entra ninguno hasta que yo lo decida, y ahora, no es el momento!...

Sigues con la sonrisa en tus labios ( Bueno, la simpatía y la alegría, es la clave del éxito interno y externo) diciéndote a ti misma: ¡Soy magnifica!, tengo la fuerza suficiente para ser dueña de mi misma y no dejarme influenciar por toda la agresión exterior.

Por el contrario, si lo primero que hacemos es poner las noticias de la televisión, o la radio, estas, sólo darán fuerza, inconscientemente, a los pensamientos indeseados.

Por ello, sin poner la tele ni la radio, seguimos con la sonrisa, y diciéndonos: ¡Soy dueño de mis pensamientos!, ¡Soy magnifico!, y al principio del día no voy a dejar que me invada ningún pensamiento que yo no quiera.

Yo puedo crear mis propios pensamientos que nazcan de mi noble corazón...

Ya estoy aseado... y con mi sonrisa magnífica me voy a la cocina para hacerme el desayuno yo mismo: 2 tostadas de pan integral, aceite de oliva virgen, 1 tomate, miel, (ajo) y un vaso de leche enriquecida.

Me pongo a comer este desayuno que yo he elaborado con mucho cariño. Y como soy una persona agradecida, dejo que afluya el pensamiento noble y sentido de mi corazón:

Padre, te doy gracias por estos alimentos que me ofreces.

Le doy gracias a la Tierra que le dio el alimento que necesitaban los granos de trigo.

Doy gracias al grano de trigo por el gran esfuerzo para conseguir ser una espiga robusta, llena de vitalidad y después ofrecerme su vida para darme toda su energía.

Doy gracias a los seres que formaron las nubes y a los que las transportaron al lugar del trigo y gracias a los seres del agua que le dio la vitalidad que necesitaba.

Doy gracias a los seres del Sol por el gran Amor constante que dieron al trigo.

Gracias a la tomatera por su gran esfuerzo hasta conseguir su madurez para ofrecerme sus frutos.

Gracias al olivo que tiene que hacer un esfuerzo titánico, sin poderse mover, siempre con la misma tierra consigue sus mejores frutos cientos de años.

Gracias al gran esfuerzo de las abejas para conseguir la miel.

Gracias a las flores que le proporcionan su néctar.

Gracias a la hierba que se ofrece a la vaca y gracias a la vaca que nos ofrece generosamente su leche...

Puede que digáis; que todos estos servicios ya los pagamos con dinero. Pero yo creo que no es así. Nosotros pagamos a los hombres y mujeres que recogen, manipulan, envasan, transportan y venden todos estos productos.

Pero posiblemente, ninguna de estas personas les haya dado las gracias a todos los seres de nuestra Madre Naturaleza.

Hemos pagado el trabajo de las personas, pero el esfuerzo y la vida de nuestros Hermanos inferiores y superiores de la Tierra, el Trigo, la Tomatera, el Olivo, las Abejas, la Vaca y el Sol... no tienen precio... porque ellos todo lo ofrecen gratis, solo por Amor, y sin pedir nada a cambio.

Por todo ello, si nosotros somos agradecidos, quizás seamos los únicos que les demos las gracias de todo corazón, con nuestro más sincero Amor.

Puede que digáis que todo esto es bastante ñoño... pero podéis comparar por vosotros mismos las diferentes energías que se sienten con una y otra experiencia... tu decides...


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