domingo, 28 de noviembre de 2010

TODOS EVOLUCIONAMOS


08/02/2004

Hay personas que se hacen las mismas preguntas durante toda su vida, preguntas que en su ignorancia no pueden comprender, pero estas personas se responden aquello que les interesa para no esforzase en buscar, les da miedo encontrar unas respuestas que despierte su conciencia y se reproche a si misma muchas de las acciones de su vida con las que se encuentra cómoda y no quiere cambiar; porque el cambio requiere sacrificio.

¿De donde venimos? ¿A donde vamos? ¡Si hay Dios!, ¿por qué consiente tanta injusticia y miseria? ¿Cómo conseguir las respuestas a estas preguntas?

Lo primero que hay que considerar para aprender y comprender cualquier concepto, es "querer". Si decidimos investigar con todas las consecuencias cualquier tema, tenemos que hacerlo sin prejuicios y con mente abierta, siendo objetivos, para así poder conseguir la mayor parte de la verdad.

Una persona analfabeta decide con entusiasmo aprender. Al principio del curso, le pregunta al profesor de matemáticas: ¿Cómo se hacen las ecuaciones con dos incógnita? Es imposible que comprenda la respuesta de esta pregunta; primero tendrá que aprender a sumar, restar, multiplicar... También hay personas analfabetas de ciertos temas, haciéndose toda su vida preguntas imposible de entender...

Dentro del gran sistema planetario cada ser tiene un deber en relación al nivel o grado de evolución de su espíritu. Podemos entender que para hacer una obra es necesario: Peones, especialistas, oficiales, capataces, peritos, arquitectos y todo un sistema de organización más o menos complejo.

Si miramos la Obra de un Sistema Planetario, también podemos entender que hay una compleja organización llevada a cabo por todos los seres que lo habitan, cada uno con su cometido según su preparación o grado de evolución.

Cada ser viene a la vida para aprender y tomar parte en la Obra, con un cuerpo físico y en un habita adecuado a su grado. El ser que está aprendiendo en el cuerpo físico de un perro, su dios es su dueño, y este no le explicará el proceso político y social del funcionamiento de una nación, sólo le dirá aquello que pueda entender.

Nosotros, los humanos del Planeta Tierra, sólo aprovechamos el 5% de la capacidad total del cerebro de nuestro vehículo, es como si tuviéramos un ordenador de una gran capacidad con cientos de programas complicados, y sólo lo usáramos para escribir. Esto nos demuestra que nuestro grado de evolución no está muy distante de nuestros hermanos los animales.

Con nuestra capacidad actual es imposible imaginarnos todo lo que podríamos hacer cuando usemos el 100% del cerebro de nuestro cuerpo. Igual que el perro, nosotros tenemos por encima una infinita organización, imposible de comprender, sólo que nosotros no somos tan nobles como nuestros hermanos los perros, y no lo admitimos, porque somos orgullosos, vanidosos...

No queremos reconocer la ignorancia que tenemos de todo lo que está por encima de nosotros, y como el perro, no podemos comprender. Nosotros vemos y entendemos que por debajo nuestro está el Mundo Mineral, Vegetal y Animal, a estos mundos también le llamamos Dimensiones.

Los seres que empezaron a evolucionar antes que nosotros, llevan más camino andado, más tiempo aprendiendo, han vivido más vidas, y ahora habitan mundos superiores al nuestro.

Estos Hermanos mayores nos han dicho que hay siete dimensiones o mundos, y en cada mundo, siete grados diferentes de estado evolutivo, Los humanos del Planeta Tierra estamos en el mundo intermedio que une a los tres mundos inferiores con los tres mundos superiores.

En nuestro mundo podemos ver a personas que se encuentran más cerca del mundo inferior, cuando matan fácilmente a un semejante, y a otras personas más cerca del mundo superior, que están en un servicio constante ayudando desinteresadamente a los necesitados más débiles, como la madre Teresa de Calcuta.

Cada dimensión se sirve del mundo inferior para vivir y evolucionar. El Mundo Vegetal, necesita nutrirse de la tierra o Mundo Mineral. El Mundo Animal, necesita alimentarse del Mundo Vegetal. El Mundo Humano, coge su alimento del mundo vegetal y animal.

Los seres que habitan los mundos superiores, también se alimentan del nuestro. Pero a diferencia de nosotros, que quitamos la vida a los animales sin ninguna consideración amorosa, y los devoramos sin ningún escrúpulo, como si sus vidas nos pertenecieran, ellos, los Hermanos mayores, consideran un crimen matar a un animal, siendo estos, Hermanos inferiores que están evolucionando como nosotros, con la misma fuerza y alegría de vivir, a los que hay que ayudar para su progreso evolutivo, con todo el Amor que necesitan y merecen unos Hermanos más pequeños.

Los seres más avanzados que nosotros no violan las leyes universales. Ya hemos hablado de la Ley de Causa y Efecto. Si nosotros matamos o encargamos matar para alimentarnos a hermanos inferiores, estamos envenenando nuestro espíritu con los crímenes y nuestro cuerpo físico con su carne -en muchos casos enferma- y esta causa tiene sus efectos en la mayoría de las enfermedades que padecemos, (pero por ahora, en la mayoría de los humanos, esto todavía parece ser que le es necesario).

Conforme se va evolucionando, se va causando menos sufrimiento a los seres inferiores, llegando a no destruir ni siquiera el reino vegetal, alimentándonos sólo con frutas y semillas que es donde están las energías en potencia, pero nosotros todavía no hemos llegado a ese grado de conciencia como ellos, que conocen bien las leyes universales y las usan fielmente para el beneficio de todos los mundos. Nosotros, lo que hacemos, está bien para nuestro grado evolutivo; pero llevamos mucho tiempo estancados, y deberíamos haber empezado a cambiar hace ya mucho tiempo.


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