"MORIR PARA NACER, NACER PARA MORIR, Y TODO ELLO, PARA APRENDER A VIVIR" : OXALC.

30/06/2004

Cuando estamos en el astral, aprendemos la enseñanza teórica, después, venimos a la vida en un cuerpo físico para aprender (lo que ya sabemos) de una manera practica, vivida físicamente cada uno por sí mismo, para así evolucionar hacia estados de conciencia más elevados.

Antes de venir a esta vida en la que nos encontramos hoy, cuando estábamos en el astral, y con la ayuda de nuestros maestros, planificamos meticulosamente todos los acontecimientos y oportunidades que estamos teniendo en el transcurso de esta vida, para el beneficio de nuestra evolución.

¡YA ESTAMOS AQUÍ!

¿ESTAMOS APROVECHANDO LAS OPORTUNUDADES QUE DECIDIMOS TENER?

Toda persona que llega a ser consciente de esta realidad, considera su tiempo, acciones y oportunidades de una manera seria y responsable consigo mismo, está muy pendiente de todo lo que ocurre a su alrededor para aprovechar al máximo, con su acción más correcta, y todo, siempre, sin perder el buen humor y la alegría.

Cada persona evoluciona, a nivel individual, de acuerdo a su interés, esfuerzo y la capacidad que le de a su intelecto para comprender su necesidad interna.

Pero cada vez somos más los que nos unimos para ayudarnos unos a otros, aunque nuestros criterios sean muy diferentes, la fuerza interna de hermandad prevalece con un gran sentido humano de ayuda mutua.

En el camino de la evolución hacia el Padre (en el que todos nos encontramos) siempre tendremos a unos un eslabón más arriba y a otros a un eslabón más abajo.

Las personas de buena voluntad se unen para ayudarse mutuamente, tendiendo su manos al que está más abajo y a la vez alarga su otra mano para ser ayudado por el que está por encima, y también, pidiendo siempre la ayuda inestimables de los seres de luz, hermanos mayores que están a nuestro lado por siempre y para siempre esperando nuestra petición de cómo progresar.

Esta ayuda que recibimos sólo puede ser una indicación del camino que ya recorrieron otros y puede darnos mucha fuerza, luz y ánimo. Pero nunca un hermano puede ayudar a otro si este no quiere ser ayudado y tampoco puede nadie hacernos nuestro trabajo, cada uno tenemos que aprender con nuestras propias experiencias por sí mismo.

Para evolucionar individualmente es de vital importancia el servicio desinteresado a los demás.